sábado, 28 de abril de 2012

Post-lectura apocalíptica de Tokyo Babylon

Marta me dejó Tokyo Babylon porque yo no sabía si comprarme la reedición de Norma con su cofrecito, etc. Nunca había leído nada de las CLAMP y lo poco que conozco de ellas es CCS y Tsubasa, no sabía qué podía esperar de Tokyo Babylon y no quería arriesgarme, porque además, el final es abierto y la historia continúa en la obra posterior de CLAMP, X/1999, que para colmo, no está terminada por movidas que tuvieron con la revista de publicación. 


Pues eso, me la dejó el martes, y hoy, con la serie ya leída (y comprada), me encuentro... cómo decirlo... devastada es la palabra. A ver, me ha encantado. Me ha sorprendido, me ha atrapado, me ha engañado hasta el final, me ha roto el corazón. Suena demasiado extremista pero es así como me he sentido. A partir de aquí, la entrada está plagada de spoilers flagrantes, así que si no te has leído Tokyo Babylon y tienes intención de hacerlo, no sigas; vuelve aquí cuando hayas terminado de leerla y suframos todos juntos. No sé muy bien por dónde empezar con esta "reseña" (si leéis esto habitualmente sabréis que cuando me gusta un manga me salen los elogios a borbotones y al final todo queda como un poco caótico xD), así que comenzaré con lo típico.

Sinopsis: Desde hace siglos dos familias se disputan, de alguna manera, el control de Japón. Los Sumeragi son conocidos como los protectores de la paz, son maestros del onmyoji y se esfuerzan por traer la armonía al mundo y ayudar a los necesitados. Sus enemigos acérrimos son los Sakuratsuka, un clan de ninjas asesinos cuyo líder es también conocido como el Sakuratsukamori, un asesino despiadado que no alberga sentimientos. Desde hace ya generaciones ambos clanes han estado enfrentados, y muchos Sumeragi han muerto a manos de las ilusiones mortales del Sakuratsukamori de turno. Incluso el padre del actual líder sucumbió ante el enemigo. En la actualidad, Subaru Sumeragi, de tan sólo 16 años, es el líder de su familia, pero quizá es demasiado joven para ese cargo. Educado por su abuela, una dama muy estricta, Subaru se traslada con su gemela Hokuto a la capital japonesa, donde se gana la vida practicando sus artes y ayudando a los demás. Allí, conocerá a Seishiro Sakurazuka, un veterinario que dice estar locamente enamorado de Subaru. Gracias a sus trabajos comprobamos que quizá Subaru no tenga el carácter adecuado para ese tipo de trabajo. Es demasiado amable, se identifica rápidamente con las víctimas y prefiere sufrir daños a herir a otro persona, aunque ésta lo ataque. Lo más inquietante es que, en dos o tres ocasiones, Seishiro ha intervenido en su trabajo. A pesar de haber renunciado a su posición como líder de los Sakurazuka y como Sakuratsukamori, su asesino, Seishiro posee un enorme poder psíquico del que siempre se burla, pero que ha usado en algunas ocasiones para salvar a Subaru no sólo de las amenazas, sino de sí mismo. Pero en todas esas ocasiones ha tenido mucho cuidado de que ni Subaru ni Hokuto recuerden que ha usado ese poder, prefiere guardar sus intenciones en secreto...

Voy a intentar explicarme lo mejor posible, aunque no aseguro nada, porque tengo la lectura muy reciente (de esta misma mañana) y todo me da aún muchas vueltas en la cabeza. Hay varias cosas que me han impactado en este manga. La primera y más importante es la crítica social que plaga todas y cada una de las páginas de la serie. Todos los puntos flacos de la sociedad japonesa (y de cualquier sociedad, en mi opinión) se ven reflejados en Tokyo Babylon en forma de los diferentes trabajos que va haciendo Subaru: el Ijime o acoso escolar, la "carga" que les supone a algunas familias tener que encargarse de sus mayores, la discriminación por procedencia o por tener algún tipo de discapacidad, el suicidio, el maltrato, el asesinato... Las CLAMP crean una galería en la que la barbarie humana se puede apreciar en todas sus facetas, a cual más terrible. Las historias "secundarias", los encargos de Subaru, van dándote a lo largo de cada tomo cosas que reflexionar, te dejan pensando "pero esto sigue ocurriendo hoy en día, 10 años después de que este manga se publicara, las cosas no han cambiado...". El peor signo de la decadencia humana es que no parece que tengamos ningún tipo de interés en detenerla. El manga está plagado de "perlas filosóficas" (que no he ido apuntado a medida que leía, cosa que tengo intención de hacer en la relectura), el guión es una delicia. La trama principal que va saliendo a la luz conforme avanza la historia, esa relación entre Seishiro y Subaru que parece remontarse al pasado y que es cosa del destino no puede dejar indiferente a nadie; y tenemos por otro lado, entre los diferentes casos que van encargando a Subaru, la historia de la Party Line Q2, que dará lugar a los hechos de X/1999. 


Otra de las cosas que más me ha chocado es la naturalidad con la que tratan esa relación homosexual entre Subaru y Seishiro. Estamos hablando de una obra que se publicó en el año 1991, y al fin y al cabo en aquella época no era lo habitual. Y, homosexual o no, la relación que se va forjando entre Subaru y Seishiro es de todo menos normal.  Nos van dando pistas todo el tiempo, pero, al menos yo, no quería verlas, no quería creer que la cosa iba a acabar así. Aún teniendo pistas, el tomo 7 en el que por fin se desvela el misterio que envuelve a Seishiro y qué tiene que ver con Subaru es descorazonador. Seishiro, que hasta el momento había sido una persona tan amable, tan dulce... verlo convertido en semejante monstruo sin sentimientos fue un golpe para mí. Sobre todo cuando revela cómo evita que la energía negativa de los conjuros que utiliza rebote en él (soy una persona muy sensible con los animales). Con todo, podría decirse que el hilo conductor de la historia, lo que hace que te quedes pegado a las páginas, es Seishiro. Es el personaje que soporta el peso de aportar todo el misterio a la trama, y lo cumple con éxito. 

Los otros dos protagonistas, Hokuto y Subaru, no pueden ser más diferentes a pesar de ser gemelos. Hokuto es la personificación, en algunos puntos, de la decadencia humana que este manga denuncia; creo que el máximo exponente de esto se ve cuando dice que "le importan más las rebajas de dentro de tres días de no-sé-qué tienda que lo que le vaya a pasar al mundo dentro de ocho años". No por esto es odiosa, al menos a mí no me lo resulta, porque tiene también extraordinarios momentos de lucidez. Mantiene de alguna forma el equilibrio entre Subaru y Seishiro, que son lados opuestos de la balanza; y hacia el final de la trama sus actos cobran bastante importancia. Subaru, por otro lado, es un alma pura. Es la candidez personificada, y por ello, no está hecho para su trabajo, que implica lidiar con las mayores atrocidades que el ser humano puede cometer. Se involucra demasiado en la situación de sus clientes, incluso si eso conlleva poner su propia vida en peligro; y poco a poco se ve afectado por tratar con tanta tragedia, culpándose por la gente a la que no puede ayudar.  

No alcanzo a entender esa afición por mutilar ojos ;A;

En resumen, es una serie que merece la pena tener, leerla y releerla, sacarle todo el jugo que tiene, perderse en interpretar todas las metáforas que las CLAMP usan para reflejar esta sociedad que se está pudriendo a marchas forzadas, nos demos nosotros cuenta o no. Subaru es un personaje genial, que tiene un corazón de oro y que sufre lo indecible al no poder darlo todo de sí mismo para ayudar a los demás. Seishiro es uno de los personajes más enigmáticos que he visto en un manga, el velo de secreto que lo envuelve y el modo en que se va revelando todo poco a poco están llevados de forma sobresaliente. No me parece una obra al uso, ni muchísimo menos un shoujo. Sólo tiene de shoujo el tiempo que le lleva a Subaru darse cuenta de sus sentimientos; por lo demás, es un seinen en toda regla, al menos como yo lo entiendo. Cualquier chic@ debería de poder disfrutarlo como obra que invita a reflexionar. El dibujo es CLAMP, y es antiguo. Al principio era lo que más me rechinaba, pero le acabé cogiendo el gusto. 

Es una de esas series que sumo a la lista de cosas que me van a dejar más jodida de la cabeza. Me he pasado toda la tarde medio ida, dándole vueltas a las cosas, a frases como "sin embargo, te veo ahí retorciéndote de dolor, y no siento nada", pensando... No he llorado leyendo el manga, bueno, miento, precisamente cuando leí esa frase se me cayeron las lágrimas, pero no fue tanto como esperaba. Se me ha quedado todo dentro, como una especie de angustia, intranquilidad. Como un punch right in the feelings. Es una historia muy dura y muy triste, y a pesar de eso saben encontrarle un hueco al humor e hilarlo todo perfectamente. Le he cogido mucho cariño y empatía al personaje de Subaru, espero que el destino que las CLAMP escribieron para él en X/1999 no le guarde muchas más tragedias...


Como nota sin importancia... no sé qué se fumaban las CLAMP para diseñar según qué modelitos de Hokuto... la mare de déu. Esperpénticos xD 

2 comentarios:

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  2. Leí el manga hace como un año y me dejó con esa sensación que describes. Ahora, al leer tu reseña, vuelven a aflorar :(
    Me marcó bastante esa obra de Clamp. No le tenía fé, pero es tan cautivadora... una de mis favoritas ;)
    Saludos!!

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